Generalmente, el viticultor, además de cultivar las uvas, va a hacer el vino él mismo.
En ciertas regiones, particularmente en Chablis, Macón y Beaujolais, las bodegas cooperativas tienen un papel fundamental, vinificando una proporción importante de la cosecha.
En un pequeño número de casos, pero creciente, el productor puede vender sus uvas a un comerciante, que será el encargado de vinificarlas.
Si el viticultor elaboró el vino, tiene dos opciones: puede embotellarlo y venderlo bajo su propia etiqueta. Estos vinos se conocen como embotellados por el dómame* o propiedad (que cultiva sus propias uvas).
Estos vinos son aproximadamente un 40% de la producción.
La otra posibilidad es que el productor venda su vino a granel a un négociant (comerciante) o a una coopoerativa.
Cuando se considera la cifra de los vinos embotellados por la propiedad, hay que tener en cuenta que los comerciantes son propietarios de la mayoría de las propiedades importantes.
El négociant de Borgoña tiene que producir vinos en cantidades que satisfagan las demandas de sus clientes.
Digamos que tienen ventas anualmente de 10.000 cajas de Beaune por ejemplo.
Habrá pocos, si es que hay algún viticultor que pueda producir esta cantidad de vino, por lo cual el négociant compra cantidades menores de un número de productores y luego mezcla los diferentes vinos, obteniendo la cantidad suficiente.
Para ayudarse en este trabajo, se apoyan en el trabajo de los courtiers o brokers (intermediarios). Estos están en contacto estrecho con los viticultores en su área específica, y conocen qué es lo que está disponible para la venta y a que precios.
Con la excepción de uno, todos los mayores comerciantes de la Cote d'Or trabajan a través de courtiers.
Los comerciantes en Borgoña, han pasado recientemente por un período de dificultades, y ha habido una gran cantidad de consolidaciones de propietarios.
Con el aumento de los vinos embotellados en la propiedad, ha habido menos vino disponible a granel; lo cual ha llevado a aumento de los precios y a mayores demandas de capital.
0 Por esta razón, muchos de los comerciantes que no poseían viñedos encontraron dificultades para sobrevivir y cerraron sus puertas o más generalmente, fueron comprados por sus competidores más fuertes.
A pesar de esto, el número tota! de comerciantes no ha caído, porque, en la otra punta de la cadena, muchos viticultores con creciente reputación se enfrentaron a una demanda creciente de sus vinos y se convirtieron en comerciantes
Comprar y vinificar uvas de sus vecinos es mucho más fácil que comprar viñedos en Borgoña, dado que la tierra es terriblemente cara.
El número de pequeños négociants, a menudo muy especializados aumenta con firmeza.
Hay también una tendencia marcada hacia la comprar de uva a los productores por parte de los comerciantes, más que a la compra de vino.
Esto les permite tener mayor control sobre el producto último
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